Cinco pautas fundamentales para aplicar la educación inclusiva

 Cinco pautas fundamentales para aplicar la educación inclusiva


La escuela es el primer lugar donde los niños aprenden las reglas básicas de la vida y de las relaciones. La interacción con otros y la amistad son fundamentales para el desarrollo social e interactivo infantil. Por eso, es tan importante que los profesores construyan un aula que fomente la inclusión de todos los niños.
 
Pero, ¿por dónde comenzar? Nosotros te proponemos estas cinco pautas para empezar a fomentar un aula más inclusiva. 


Autoestima
Trabajar la autoestima de cada alumno es uno de los objetivos principales de la educación inclusiva. Es decir, transmitir y fomentar la confianza en cada uno de los niños para que crezcan sabiendo que son personas fuertes y capaces, independientemente de sus culturas, contextos o limitaciones.
 
Para ello, es muy importante el elogio luego de cada victoria. Así como también, el respeto y la tolerancia cuando fallan. Sin duda, esto fortalece su autoestima y su seguridad, mejora sus habilidades de expresión, y construye personas más exitosas, tolerantes, y menos vulnerables a los desafíos.
 
Lenguaje
Como docente, siempre tú debes dar el ejemplo. Cuida lo que dices. El lenguaje es fundamental a la hora de crear la actitud correcta. Los alumnos escuchan todo lo que los adultos dicen y aprenden de ellos. Como regla general, utiliza un lenguaje que afirme la identidad de cada estudiante y evita aquel que se considere despectivo o que se enfoque en la discapacidad en lugar de en la persona.
 
Trabajo en equipo
Fomentar la interacción educativa es vital en la construcción de un aula inclusiva. Los docentes deben impulsar las dinámicas grupales, en donde cada niño sea capaz de demostrar y explotar sus cualidades al máximo en conjunto con las de los demás. Promoviendo así una participación más responsable y potencializando los valores y características inherentes de cada estudiante.
 
Para ello, incentiva el respeto por la diferencia. Enseña con el ejemplo que las diferencias son ventajosas, y que uno puede aprender mucho de ellas. Por ejemplo, las diferencias de cultura, de costumbres, de género y de discapacidades. De esta forma, eliminarás prejuicios y falsos estereotipos.
 
Evaluación
Los métodos de evaluación tradicionales pueden ser muy limitantes. Plantéate un enfoque evaluativo diferente, que a partir del error subraye más el aprendizaje que la sanción. La evaluación debe estar centrada en la autonomía y el aprendizaje del niño. Es decir, que se genere un ambiente donde se apunte a la adquisición de competencias y habilidades.
 
El sistema evaluativo no se debe reducir únicamente a las calificaciones. Como resultado, se generará una división de los alumnos que no responden a un modelo determinado, haciéndoles creer que no son suficientes.
 
Actividades
Al escoger actividades para realizar en el aula, asegúrate de que estas aborden la necesidad de cada alumno. Por ejemplo, algunas actividades que requieran más ingenio, otras más creatividad, otras, mayor audacia física, etc. Como resultado, cada niño tendrá la posibilidad de encontrar en qué aspectos se destaca y podrá sentirse orgulloso por ello.

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